07/02/2025
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Ekonopolo Formación y sensibilización REAS Euskadi

Ayer se celebró en el Ekonopolo un evento que combinó sabor, información y compromiso ético, dejando huella en sus 44 asistentes que acudieron para disfrutar de una experiencia multisensorial y festiva 🍷

Bajo el lema “Finanzas éticas y comercio justo a través de los 5 sentidos”, la jornada invitó a los participantes a deleitarse con tres propuestas vinícolas muy especiales: vermut, vino tinto y vino espumoso, acompañadas de un exquisito chocolate de comercio justo. Pero más allá del placer del paladar, el evento ofreció una mirada profunda a la importancia de apostar por modelos económicos alternativos y sostenibles.

La velada se caracterizó por un ambiente festivo y distendido, en el que la conversación fluía tan libremente como el buen vino. Además de disfrutar de los sabores, los asistentes tuvieron la oportunidad de sumergirse en charlas y presentaciones que abordaron la Economía Social y Solidaria (ESS) y los beneficios de elegir productos de comercio justo. Entre los datos compartidos, destacó una cifra reveladora: en Bélgica, el 85% del consumo de chocolate se realiza a través de modelos de comercio justo, una muestra inspiradora de cómo las decisiones de consumo pueden impulsar un cambio real.

La experiencia se desarrolló a través de los cinco sentidos:

  • Vista: Los arreglos y la ambientación cuidada crearon un marco perfecto para la degustación, anticipando el deleite por venir.
  • Oído: Durante el evento se escucharon intervenciones que no solo celebraban el sabor de cada producto, sino que también ofrecían información sobre la trazabilidad, la transparencia y el impacto social del consumo ético.
  • Olfato: Los aromas de los vinos, provenientes de viñedos comprometidos con prácticas sostenibles, se mezclaron con el inconfundible perfume del chocolate elaborado bajo criterios de comercio justo, contando historias de esfuerzo y tradición.
  • Gusto: La degustación fue el centro del encuentro: el vermut, el vino tinto y el vino espumoso se maridaron con el chocolate, permitiendo a los asistentes descubrir que cada bocado y cada sorbo tienen una historia que contar.
  • Tacto: La textura del chocolate, junto con la suavidad de los vinos al paladar, completó una experiencia sensorial única que recordó a todos que el compromiso ético se vive en cada detalle.

Durante las charlas se destacó también un dato curioso que capturó la atención de muchos: técnicamente, el chocolate blanco no es chocolate porque no contiene pasta de cacao, sino manteca de cacao. Este tipo de anécdotas no solo entretuvo, sino que también invitó a cuestionar y profundizar en el conocimiento sobre los productos que consumimos.

El evento no se limitó a la cata gastronómica. Fue también una jornada de aprendizaje, donde la información sobre la ESS y las razones para apostar por el comercio justo se compartieron de forma amena y accesible. Los asistentes se marcharon con la convicción de que cada elección en sus hábitos de consumo tiene el poder de transformar realidades, tanto locales como globales.