Este noviembre está siendo un mes lleno de citas. Parece que es verdad eso que dicen que todo pasa en el último trimestre del año. Pero a pesar de las múltiples tareas entre el 11 y 13 de noviembre nos hemos querido reservar tiempo de calidad para reflexionar sobre el derecho a la alimentación y sobre el papel que la economía social y solidaria queremos o debemos tener en esta cuestión.
Elikatu ala Jan? ¿Alimentarse o comer?, fue la pregunta que nos lanzaba Bizilur y que convocó en el Centro Cívico de Sanfran, a cerca de 80 personas, de 12 países, pertenecientes a organizaciones sociales; asociaciones del tercer sector de intervención social; universidades; movimiento campesino; instituciones y gobiernos locales. El tema interesa, y mucho.
A lo largo de día y medio de jornadas, acompañadas por la labor indispensable de las personas traductoras, nos hemos preguntado sobre si la alimentación de calidad y agroecológica es algo elitista; sobre cuál es la realidad de los colectivos más vulnerables en relación con la alimentación; sobre cómo se está integrando el derecho a la alimentación en las administraciones públicas, y en los programas gestionados por entidades del tercer sector… El primer día en plenaria nos aportaron muchas claves para el diagnóstico y el análisis y además pudimos conocer de primera mano, sin poder contener en muchas ocasiones el dolor y la impotencia, la realidad actual en Palestina, y cómo el hambre es también un arma de guerra, y el desmantelamiento de todas las políticas progresistas del gobierno de Milei en Argentina, específicamente aquellas vinculadas al sector agroalimentario.
El segundo día nos tocó ponernos manos a la obra, y en una ruta metodológica tipo “elige tu propia aventura”, recorrimos todo el Centro cívico pasando por diferentes grupos pequeños de trabajo en los que, por ámbito de procedencia o juntas y revueltas, nos invitaban a seguir profundizando en las preguntas que guiaban el encuentro. Al final, en la ronda del qué me llevo de este encuentro, rostros algo cansados pero mucha gratitud y mucho quehacer por delante.
Bizilur se queda con la tarea de recoger las bases de todo lo trabajado en un documento que nos funcione como una especie de hoja de ruta para avanzar en el derecho a una alimentación en clave agroecológica de las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión. Mientras este documento llega desde REAS Euskadi nos vamos con algún aprendizaje claro: debemos seguir fortaleciendo nuestra apuesta por la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación en nuestros proyectos y en nuestro trabajo de incidencia; y desde el ámbito de la intervención social se abre un campo de trabajo muy rico que podemos explorar estableciendo alianzas con otras organizaciones y movimientos vinculadas al movimiento agroecológico y campesino.
Como inspiración para ver por dónde y cómo podemos ir haciendo esto os recomendamos el vídeo “Sistemas alimentarios con derechos” que recoge un proyecto piloto desarrollado en Orduña trabajando el derecho a la alimentación con un grupo de personas en situación de vulnerabilidad y que ha sido posible gracias a la colaboración Zapalan, Bizilur, Ayuntamiento de Orduña, MAS nutrición y salud y Kidekoop. On egin!