La guerra es el mayor crimen contra la humanidad. Crimen que se comete contra la población de numerosos países en todo el mundo, y que en 2022 se ha intensificado también en Europa tras la agresión rusa y la guerra en Ucrania, así como el militarismo de la OTAN. Provocando miles de muertes y millones de desplazadas.
Anteriormente al estallido de esta guerra las consecuencias de los conflictos bélicos también llegaban a Europa, en forma de miles de personas que huían del sufrimiento ocasionado por los ejércitos, en Yemen, Siria o los más de 20 países en los que el Estado español interviene militarmente. Ante esta situación, la UE despilfarra ingentes cantidades de dinero para militarizar las fronteras, impedir el refugio a las personas que lo necesitan y perpetuar su situación de desprotección y vulneración de sus derechos más básicos.
El estallido de la guerra en Ucrania solo traerá sufrimiento y un mundo más injusto. La respuesta de los países miembros de la UE y de la OTAN tampoco invita a mirar al futuro con optimismo, ya que sus acciones en ningún momento se encaminaron a rebajar la escalada militar, ni antes ni después de que Rusia iniciara la invasión. El Estado español ha colaborado en esta escalada con el envío de material militar ofensivo. Es completamente inviable y profundamente injusto buscar una solución al conflicto mediante la violencia de los Estados; ningún ejército defiende la paz
Ya con anterioridad a esta guerra la tendencia del despilfarro en gasto militar aumentaba año tras año en los estados miembro de la OTAN, hasta el punto de que en España superara los 700€ por persona. Ahora, varios países como Alemania se muestran a favor de incrementar enormemente estos gastos militares, y se espera que más colegas europeos imiten este nefasto movimiento.
El principal cometido de los ejércitos es asegurar el mantenimiento del capitalismo; el proceso de destrucción y rapiña de recursos naturales, así como el defender a las empresas transnacionales que expolian a los países empobrecidos, que han arrastrado al planeta hacia una devastadora crisis climática.
La construcción de un mundo más justo conlleva luchar por la erradicación de todas sus causas. Una de ellas es su financiación. Ante el creciente despilfarro de dinero público en gastos militares, apostamos firmemente por realizar Objeción Fiscal al Gasto Militar en la próxima declaración de la renta.
La objeción fiscal es la negativa a colaborar económicamente con el estado en la financiación de las guerras. Es un acto de desobediencia civil y consiste en dejar de pagar una parte de los impuestos para destinar esta cantidad hacia otras iniciativas ciudadanas que trabajen en la construcción de alternativas de carácter transformador y solidario.
En 2021 la objeción fiscal continuó consolidándose en la CAV, donde casi 200 personas se plantaron ante la financiación de los ejércitos y decidieron que parte de sus impuestos se destinara a proyectos que contribuyen a una sociedad más justa y solidaria: iniciativas ecologistas, de Derechos Humanos o medios de comunicación fueron algunos de los destinos alternativos de sus impuestos, a los que se destinaron alrededor de 17.900 euros.
Un año más abrimos oficinas de Objeción Fiscal en Bilbao, Vitoria-Gasteiz y Donostia, en las que, con cita previa y de forma gratuita, te haremos la Declaración de la Renta aplicando Objeción Fiscal. Podrás encontrar toda la información en www.eragozpenfiskala.org.
Argitan, Armiarma, AZET Etxebizitza Sindikatua, BATU Elkarlaguntza Sarea, CNT Bilbao, Ekologistak Martxan, Elkarlaguntza Sarea Galdakao, ESK, Finantzaz Haratago, Irola Irratia, ISF Euskadi, Kakitzat, KEM-MOC, Lumaltik Herriak, Mugarik Gabe, Mundubat, Setem Hego Haizea, REAS, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Posada de los Abrazos, Zehar-Errefuxiatuekin, WDR-Bizkaia(Women Defend Rojava)
LA GUERRA EMPIEZA AQUÍ, PAREMOSLA AQUÍ